Un día en la vida

Me levanté a las seis, era de noche y hacía mucho frío, encendí un par de leños, tomé unos mates y empecé a dibujar con carbón y pasteles.
Fue un día intenso de trabajo, junto a un solo de piano de Telhonius Monk , afuera nevaba. Cerca del mediodía salí afuera y caminé un rato, el silencio era total, oriné sobre la nieve, me gusta ver como se agujerea largando una nubecita de vapor.
Seguí dibujando hasta las diez de la noche, desparramé los nueve dibujos en el piso y los contemplé mientras saboreaba un queso gruyere con aceitunas y una copa de un malbec tibio. Me dormí junto al fuego en un sillón.