Lo demás esta en el informe, la única diferencia es que yo lo ví.
El F-31 empezó bien su carreteo, mientras tomaba velocidad, solo experimentó un ligero desvío a la izquierda que Samper corrigió, pero luego dio un pequeño salto y se desvió bruscamente a la derecha, hacia donde estaba estacionado el Manizales. Con el ala derecha ligeramente levantada, como para evitarlo, el F-31 lo chocó casi de frente.
El ruido llegó después, primero vi la bola de fuego envuelta en humo negro, un incendio feroz.
Grité y corri, pero el calor no me dejó acercar. Quedó callado mirando la tacita vacía.
—Y alli murió Gardel, dije.
—Me parece recordar, agregó sin escucharme, que entre las pocas cosas que se salvaron, había una partitura con los bordes ennegrecidos del tango “Mi noche triste”.
Asi me lo contó el viejo Konrad Stampa en Berlín, en el cafe de los italianos, en uno de los arcos que sostienen las vias de la S-bahn, cerca de Savigny Platz, cerca de donde nace o termina la calle Kudam.
AMENGUAL / Letra dada
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