Por otra parte es muy extraño y hasta paradójico, que esa misma gente dedicada a estas materias (humor, historieta) hace de eso un coto cerrado, son impermeables a las “artes plásticas”.
Difícilmente un dibujante “profesional” piense en las figuras de Michelángelo, pero no dejan de admirar a un ilustrador mediocre como Frank Frazeta, o ignoran la obra de Klee y veneran a Steimberg, o jamás repararon en Brueghel y se deshacen con Robert Crumb.