Una tarde, charlando con una joven vecina que a veces me visitaba, al ver el bloque de madera me preguntó que haría con eso.
-Una Venus- fue la respuesta que improvisé.- ¿Te animás a posar?
Lo que comenzó como una broma terminó sucediendo, me pasa muchas veces, a la semana siguiente yo estaba desbastando la madera mientras ella posaba desnuda bajo el sauce.
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