Alma se tiene a veces.
Nadie la posee sin pausa
Y para siempre.
Día tras día,
Año tras año
Pueden transcurrir sin ella.
A veces sólo en el arrobo
Y los miedos de la infancia
Anida por más tiempo.
A veces nada más en el asombro
De haber envejecido.
Rara vez nos asiste
En las tareas pesadas,
Como mover los muebles,
Cargar las maletas
O recorrer caminos con zapatos apretados.
Cuando hay que cortar carne
O llenar solicitudes
Generalmente está de asueto.
De mil conversaciones
Toma parte solo en una,
Y no necesariamente
Pues prefiere el silencio.
Cuando el cuerpo nos empieza a doler y doler,
Escapa sigilosamente de su hora de consulta.
Es muy escrupulosa:
Con disgusto nos ve en la muchedumbre,
Le repugna nuestra lucha por supuestas ventajas
Y el rumor de los negocios.
La alegría y la tristeza
No son para ella sentimientos distintos
Solo cuando se unen
Está presente en nosotros.
Podemos contar con ella
Cuando no estamos seguros de nada
Y tenemos curiosidad por todo.
De los objetos materiales
Le gustan los relojes con péndulo
Y los espejos que trabajan afanosos
Aunque no mire nadie.
No dice de donde viene
Ni cuando se irá de nuevo,
Pero evidentemente espera la pregunta.
Según parece
Así como ella a nosotros
Nosotros a ella
También le servimos de algo.
Wislawa Szymborska
Traducción: Gerardo Beltrán
10.1.09
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