Hacer una talla me lleva una buena porción de meses, a veces años, no importa, tengo todo el tiempo del mundo.
Lo hago casi como un ejercicio, me limpio de todas las tensiones que genera dibujar.
Paso horas golpeando la madera, hasta que se me adormecen los brazos, pero es un placer inmenso.
15.12.08
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Talla en madera