Todos esos detalles que nos acercan, aunque nunca sepamos quienes somos.
El mundo que fluye, un lugar de encuentros, de humores, de compartir o disentir esta porción de tiempo que nos toca en suerte.
Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
1 comentario:
Luis. Me vine a este dibujo porque aún no tiene comentarios y necesitaba un lugar más íntimo para hablarle. Agradecerle por su obra. En algún momento de mi trayectoria fue mi norte. Humildemente me atrevo a pedirle que visite www.gioart.com.ar para que Ud. solito se dé cuenta. Yo también tuve que ilustrar La Metamorfosis y se me hizo muy difícil despegarme de su trabajo. Me alegro que estas líneas puedan llegar directo a su lectura, maestro.
Muy honrado.
GIO
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