Todo lo que empieza termina, es una ley inexorable. Hoy siento el alivio de haber terminado una construcción que comenzamos por el mes de Julio, pleno invierno en Vistalba. Primero dibujé el proyecto una, dos, diez veces.
Alguna vez te conté, que a pesar de las ilusiones de mis tías y cierta novia, nunca estudié arquitectura, paradójicamente tuve que recurrir a todos mis desconocimientos en el tema.
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