Un pintor debe pensar que todo lo que ve está allí para su propio uso y placer. El artista que trata de servir a la naturaleza es solo un artista ejecutivo. Por otra parte como el modelo que el pintor copia tan fielmente no será colgado junto al cuadro, sino que el cuadro estará solo, no tiene ninguna importancia que sea una copia fiel del modelo. Que lo pintado convenza o no depende completamente de lo que es en si mismo, de lo que haya para ver. El modelo debe cumplir la muy privada función de estimular al pintor. El efecto que producen dos seres humanos distintos en el espacio puede diferir tanto como el de la vela y la luz eléctrica. En consecuencia, el pintor debe ocuparse a la vez de su objeto y del aire que rodea a su objeto. Es a través de la observación y la percepción de la atmósfera que le resultará posible hacer que su cuadro transmita el sentimiento deseado.
Lucian Freud
22.2.09
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1 comentario:
Es maravillosa la obra de Freud, es de esas imágenes que te llenan de fuerzas para hacer cosas, en cierta forma te llenan de vida
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