Sólo algunos árboles me reconocen en mi ciudad natal, en la plaza Independencia, hay dos viejas acacias que recuerdan el día en que junté todo el valor del planeta y le hablé a Alenka a la salida del Liceo de señoritas, la invité a una fiesta, ella me dijo que ese sábado no podía, después nunca mas pude hablarle.
3.8.11
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2 comentarios:
Estimadísimo Luis: Ud es reconocido en esta ciudad por algunos árboles y por miles de enamorados de su trazo (no sea modesto)
Y sobre esa tal Alenka que usted nombra... le cuento que aún se sienta todos los viernes en un mismo banco de la Plaza, bajo dos acacias que hacen honores al amarillo, esperando.
Esperando.
Con este frío bajo las acacias,Alenka debe haberse congelado, por favor dígale que en la primavera iré por allá. Un abrazo
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