Click sobre el dibujo y se amplía a tamaño original (milagros tecnológicos) |
Un peine sólo sirve para peinarse (y a un calvo ni siquiera eso), pero un peine de hace doscientos años se vende como un objeto precioso en una casa de antigüedades, y un peine de hace dos mil años se exhibe en un museo y no tiene precio. Por eso en la juventud vale la pena hacer cosas, porque esas cosas son las únicas hechas por nosotros que tenemos la posibilidad, si llegamos a viejos, de alcanzar a ver embellecidas por la pátina del tiempo.
César Aira
“Las curas milagrosas del Doctor Aira”
Ed. Simurg
1 comentario:
Grande Aira.
Grande el viejito de Scafati.
Publicar un comentario