Mi madre fue un árbol frondoso en cuya sombra nos refugiamos muchos.
El sábado partió y hoy su ausencia es un agujero.
3.2.10
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
1 comentario:
no dejo de pensar en ella parádojicamente cuando era más chica teníamos un chiste entre las dos yo le decía abuela ella contestaba que y yo le respondía vuela... hoy siento que su alma vuela cerca de todos los que la amamos tanto, te quiero mucho pa la nona siempre estuvo orgullosa de vos.
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