Un día me llaman del diario, una periodista quería hacerme una entrevista.
Me excusé pidiendo si podía esperar para cuando tuviera mas claro lo que estaba realizando. Me dijo que la nota saldría en dos días porque había reclamos de artistas quejándose por mi mural.
Me excusé pidiendo si podía esperar para cuando tuviera mas claro lo que estaba realizando. Me dijo que la nota saldría en dos días porque había reclamos de artistas quejándose por mi mural.
Fue un balde de agua fría (y hacía mucho frío).
¿Quienes son?-atiné a preguntar. Eran algunos “amigos”, fogoneados por una señora , que dirigía el suplemento cultural del diario y aspiraba al cargo de directora de cultura. La caldera del diablo.
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