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30.11.11

O conde Drácula



Alguna vez NoéJitrik me dijo que el sentía que los libros eran como botellas con un mensaje,  arrojadas al mar. Esa  sensación tengo cuando llega una respuesta inesperada de algún lugar distante.
Hace un rato encontré una nota sobre mi libro Drácula, nuevamente editado, esta vez en Brasil por O Globo editor.
Siempre me sorprende lo que otros ven en mi trabajo, en este caso la observadora relaciona mis dibujos con Les damoiselles Davignon de Picasso como acá dice.

Casualmente (si bien no creo en las casualidades) abrí una carpeta con  dibujos que hice mientras trabajaba en esa historia, los cuales no fueron publicados. Hoy te muestro estos dos.
 Es que lo que finalmente queda, en este caso el libro editado, es la punta del iceberg de una parva de cosas que fueron parte de esa gestación. 
De alguna manera el libro hoy, es patrimonio de todos. Lo otro, lo que no fue, es lo que nadie conoce (hoy lo descubren  los seis lectores de este blog).

Mientras tanto  imagino al conde con su oscuro atuendo, en alguna playa de Bahía, a la sombra de cocoteros,  bebiendo una caipirinha  mientras mira los apetecibles cuellos de garotas cimbreantes.
 Todo contado en portugués, ese idioma deshuesado que canta las más bellas canciones del planeta. Tristeza nao tem fim…

28.11.11

The end

El fin de la mentira- acuarela y lápiz sobre papel- Luis Scafati

El acta de defunción de la pintura se ha hecho sin verdadero respaldo legal, sin sellados y sin las gestiones pertinentes ante la Dirección General de Cementerios para dar legítima sepultura a un real difunto.
 Faltó por otro lado, el responso y la retórica despedida de los concretos restos mortales. Marcel Duchamp, en tiempos del dadaísmo había ideado un lúgubre ataúd para alojar el futuro cadáver de la pintura. Pero la bestia no muere y es ella la que asiste a todos los entierros de los Duchamp que van naciendo.

Berni, escritos y papeles privados- Temas Grupo Editorial

25.11.11

Números


Mirando un documental donde entrevistan a un viejo rockero, me cuesta aceptar que ese señor pelado y gordo que habla, es el mismo hippie peludo y flaco que muestran las fotos. 
Lo único reconocible es la guitarra, pienso agobiado.

Es que el paso del tiempo nos somete a estos chistes saturados de crueldad.
 Il vero humor negro.


Por más que los cirujanos plásticos se empeñen en detenerlo, generando con sus cuchillos esas caricaturas tan proclives a desfilar por la pantalla del televisor. Esas bocas cuyos labios parecen dos salchichas, esos pómulos inflados y brillantes que recuerdan a un muñeco de plástico, esos ojos desmesuradamente abiertos o esas tetas como esferas de yeso, son los mostros-modernos.
El tiempo es un río turbulento que nos arrastra, mal que nos pese. 

Aunque en otras  culturas la cosa sea diferente. Dice Lucien Lévy-Bruhl en “El alma primitiva”:
“La vida normal de un individuo no constituye una curva ascendente durante la juventud, que alcanza su cima en la edad madura y que desciende enseguida durante la vejez. Al parecer de estos primitivos, el punto mas alto se alcanza en la edad mas avanzada.”


“La longevidad es, por si sola, un signo irrecusable de fuerza. Pues es preciso que un hombre tenga mucho mana, imunu o tondi, etcétera, para haber podido resistir victoriosamente durante tanto tiempo a todas las tentativas de hechicería, a todos los ataques insidiosos de que ha sido objeto, etc.
La longevidad llega incluso a considerarse como una cualidad en si misma que puede desprenderse del ser en la que se encuentra y que se intenta asimilar con el fin de volverse mas fuerte.”
Estos “primitivos” nada sospechan de nuestros depósitos de ancianos, eufemísticamente geriátricos. Son primitivos, no alcanzaron nuestro nivel “cultural”, seguramente ignoran la palabra “descartable”.
Los dejo, hoy me teñiré el pelo rojo furioso, y ya que estoy me hago un lifting.

23.11.11

Paseo del gato

Paseo del gato (autorretrato) - acuarela sobre papel

22.11.11

El doble

Luis Scafati- Laberinto- tinta y acuarela sobre papel



Iba muy deprisa. Me habían citado.
Un desconocido me detuvo y me dijo…
No recuerdo que dijo, ante mí, apresurado,
aquel hombre sonriente, gordo, rubio, un tanto
calvo.
Yo quería acabar. Me habían citado.
Y él me hablaba de cosas que sólo a él le importaban
y que no sé por qué me estaba a mi contando.
Yo le dije: “Perdón. Tengo un poco de prisa”.
Y le tendí la mano. Y el la retuvo un poco.
Y entonces me di cuenta- gordo, rubio, un tanto
calvo-
que estaba ante mi mismo sin espejos.
Pues yo creía que iba, pero estaba volviendo.


Los espejos transparentes
Editorial Losada

18.11.11

Vogue




A comienzos de los ochenta me encontraba compenetrado con las ideas de Antonio Gramsci.
 Quise transformar a la conocida revista Vogue, en un órgano difusor de ideas filo marxistas.
La estrategia que elaboré era algo compleja: primero publicaría mis  dibujos con mensajes cifrados. Luego, con paciencia de monje budista iría sembrando embriones de ideas revolucionarias en las lectoras. Ya hablé de mi ingenuidad militante,  pensaba que con mis dibujos transformaría a esa legión de señoras pequeño burguesas.


Hoy debo reconocer que fue otra de mis gestas destinadas al naufragio, solo quedaron algunos dibujos publicados como testimonio de mi empresa. Con cierta perspicacia podrás encontrar en ellos los mensajes cifrados que no supieron leer las lectoras de la revista.



16.11.11

El gran orinador



El gran orinador era amarillo
y el chorro que cayó
era una lluvia color de bronce
sobre las cúpulas de las iglesias,
sobre los techos de los automóviles,
sobre las fábricas y los cementerios,
sobre la multitud y sus jardines.

Quién era, dónde estaba?

Era una densidad, líquido espeso
lo que caía
como desde un caballo
y asustados transeúntes
sin paraguas
buscaban hacia el cielo,
mientras las avenidas se anegaban
y por debajo de las puertas
entraban los orines incansables
que iban llenando acequias, corrompiendo
pisos de mármol, alfombras,
escaleras.

Nada se divisaba. Dónde
estaba el peligro?
Qué iba a pasar en el mundo?

El gran orinador, desde su altura
callaba y orinaba.

Qué quiere decir esto?

Yo soy un simple y pálido poeta
y no he venido a descifrar enigmas,
ni a proponer paraguas especiales.
Hasta luego! Saludo y me retiro
a un país donde no me hagan preguntas.



14.11.11

12.11.11

Mural

 Desde que me radiqué en Buenos Aires siempre vuelvo a mi pago (como quieren los Manseros Santiagueños), al encuentro de viejos amigos, calles, plazas, rincones que me habitan.
Hace algunos años hice un mural  en el teatro mayor de mi ciudad natal.
Todo empezó cuando le propuse al director de cultura, trabajar en alguna pared de ese teatro (estaban remodelándolo).Me respondió con entusiasmo  - No hay un mango, pero si  conseguís  quien lo financie, lo hacés.




Después de algunas vueltas conseguí el apoyo de una bodega. 
Comencé a trabajar. Para mí, la parte mas difícil de un trabajo es al principio, cuando están abiertas todas las posibilidades y nada hay resuelto. Solo alguna idea vaga.

Fue un invierno crudo,  en mi refugio, junto a una vieja salamandra que bramaba como un avión, dibujaba con lápices y pasteles, probando ideas, colores, buscando formas, era mi porción de  felicidad.

 Un día me llaman del diario, una periodista quería hacerme una entrevista
Me excusé pidiendo si podía esperar para  cuando tuviera mas claro lo que estaba realizando. Me dijo que la nota saldría en dos días porque había reclamos de artistas quejándose por mi mural.
Fue un balde de agua fría (y hacía mucho frío). 

¿Quienes son?-atiné a preguntar. Eran algunos “amigos”, fogoneados por una señora , que dirigía el suplemento cultural del diario y aspiraba al cargo de directora de cultura. La caldera del diablo.



 Como una bola de nieve (estábamos en invierno) el conflicto fue creciendo, notas en radio, televisión, revistas, diarios. Fuego cruzado. Argumentaban que para hacer un mural en un espacio público, tendría que haber un concurso previo.


 Mi idea, algo ingenua, había sido hacer una pintura para un teatro de mi pueblo, llevaba algunos meses trabajando,  bancando el run run de los medios. Mientras tanto el sponsor retiró su apoyo y huyó despavorido, nadie  pondría un peso.
 Decidí continuar.




Han pasado algunos años, el  mural hoy está en el teatro.
 El conflicto quedó sepultado en el olvido, esas páginas sirvieron probablemente para envolver un atado de acelga o encender un fueguito.
Por mi parte aprendí  muchas cosas sobre la miseria humana, la mezquindad, la envidia. Somos seres frágiles, la amistad es un cristal delicado, si se quiebra no hay pegamento que la componga.

7.11.11

El poeta standard

El poeta pequeño
se despierta en estado de alerta:
las palabras que amontonó en la noche
se le hacen imposible de retener
y corre a sentarse a la mesa al amanecer.
Así que a lo largo del día
suelta incesantes imágenes continuas,
olvida el desayuno
y otras necesidades menores del destino.
En resumen, un frenesí creador
pero de resultado artístico dudoso.
¿Pero quién podría decirlo, diseñar lo perdurable,
medir la exacta distancia
entre el entusiasmo y su obra?
¿Por qué el día habría de quedar perdido?
Lo que importa es poner huevos
no en eternidad sino en el tiempo:
allí donde  los errores, rotas las cáscaras,
deben rendir cuentas a la luz.

Joaquin O. Giannuzzi
Un arte callado
Ediciones del Dock

5.11.11

4.11.11

La bella durmiente

La bella durmiente- Pastel y lápiz sobre papel- 35cms.X 50