A pesar de que el mundo se homogeniza, una ciudad desconocida nos ofrece siempre una variedad de sorpresas. Desde comidas extrañas, hasta costumbres que nos sacuden de nuestras rutinas. Ahí están los “hombres minuto”, parados en algunas esquinas, su negocio es alquilar teléfonos celulares que tienen prendidos con una cadenita a su cuerpo, los vemos rodeados de personas hablando por teléfono.
Las “hormigas culonas” se ofrecen en varios negocios, son hormigas cocinadas de alguna manera que según me dijeron se comen como aperitivo acompañando algún trago chébere.
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