Hace muchos años, algunas novelas de Jack kerouac me iluminaron respecto de la montaña como un lugar de encuentro, encuentro con uno mismo y el misterio de estar vivo. Esta tarde, tal vez como rito de despedida del invierno que termina, nos acercamos a ellas.
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1 comentario:
Siii, qué bárbaro Luis, Leimos lo mismo. En el Camino, Los vagabundos del Dharma.
Recuerdo que continuamente decian "Voto a tal"
Qué época...eramos tan jóvenes!!!
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