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29.1.10

Historia breve cargada de lujuria

Las hermanitas Pincolini con sus muñecos parlantes recorrían modestos pueblos de provincia brindando un número discreto y olvidable en improvisados escenarios de clubes o escuelas.
Mientras los muñecos decían sus chascarrillos, la selecta concurrencia se concentraba en los labios de las hermanitas Pincolini que permanecían sellados, aunque a veces esbozaban una sonrisa Mona Lisa.

2 comentarios:

Diego Arandojo dijo...

Sr Scafati:

Sus dibujos son pétalos de una flor más allá de nuestra comprensión; pinceladas de un arte secreto pero a la vez exotérico.

Lo felicito largamente, y aplaudo este blog!

Pásese por mi ático cuando guste! Está invitado!

Suyo,
Vul

luis scafati dijo...

Ud. es un Poeta desatado sr. Morcilla, visité su Atico y pude corroborar su talento gourmet.Salud!