Las hermanitas Pincolini con sus muñecos parlantes recorrían modestos pueblos de provincia brindando un número discreto y olvidable en improvisados escenarios de clubes o escuelas.
Mientras los muñecos decían sus chascarrillos, la selecta concurrencia se concentraba en los labios de las hermanitas Pincolini que permanecían sellados, aunque a veces esbozaban una sonrisa Mona Lisa.
29.1.10
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2 comentarios:
Sr Scafati:
Sus dibujos son pétalos de una flor más allá de nuestra comprensión; pinceladas de un arte secreto pero a la vez exotérico.
Lo felicito largamente, y aplaudo este blog!
Pásese por mi ático cuando guste! Está invitado!
Suyo,
Vul
Ud. es un Poeta desatado sr. Morcilla, visité su Atico y pude corroborar su talento gourmet.Salud!
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