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27.1.10

Tango

Y yo...¡qué querés! uno se va muriendo con cada amigo que se muere. Uno no se muere de golpe. Llega un momento que de Pichuco ya no queda nada. Se lo fueron llevando de a poco.
Anibal Troilo

24.1.10

David Hockney

En los 70 descubrí los dibujos de David Hockney, pequeños trabajos en pluma y tinta, generalmente retratos de amigos, meticulosamente sensibles.
A partir de entonces me hice adicto a la obra de este artista inglés nacido en 1937. David Hockney incursionó también en la pintura, la fotografía, el grabado, e hizo escenografía. Además sus escritos están atravesados por una aguda inteligencia.
Me gusta este video porque nos permite entrar en el taller del artista, nos muestra sus cuadernos de apuntes, sus trabajos, su cocina, su intimidad, es muy estimulante, no te lo pierdas.

21.1.10

Arthur Gordon Pym

Llegué al correo minutos antes del cierre. Le mostré a la empleada el papelito donde me avisaban que debía retirar una encomienda a mi nombre. Lo leyó y entró a otra habitación.







Después de una corta espera apareció con una caja de regular tamaño que depositó sobre el mostrador bajo mis narices.

Me pidió mi documento de identidad -no lo traje, me excusé poniendo cara de santo -pero tengo mi licencia de conducir, le dije.
-No señor, necesito su DNI o su cédula de identidad, respondió cortante. Imaginé un cuchillo de carnicero rebanándole el cuello y su cabecita rodando por el mostrador salpicando levemente mi encomienda.



Vengo desde lejos, hágame el favor, mi registro acredita quien soy, mire la foto, soy yo…son libros le dije señalando la caja como si este fuera un argumento irrefutable.
-No señor, necesito su DNI o su cédula de identidad, repitió imperturbable.
-¿Puede llamar al encargado?




La chica desapareció tras una puerta, minutos después salió un tipo con cara de escuerzo, apelando a toda mi simpatía le expliqué lo que pasaba, mientras le mostraba mi licencia de conducir que acreditaba mi identidad, qué duda cabe que soy Luis Scafati, mire la foto argumentaba, el escuerzo miraba el vacío, -Señor, me dijo, el reglamento dice que para retirar la encomienda debe mostrar su DNI o su cédula de identidad.







Mi ansiedad tuvo que esperar hasta el día siguiente para encontrarme con los libros que esperaba, eran los ejemplares de la novela de Poe, Arthur Gordon Pyn.
La editorial me los envió desde España.




Me llevó un año ilustrar este libro que ahora veía por primera vez impreso. Es como si esos dibujos ya no me pertenecieran, entonces encuentro mis errores y seguramente si tuviera que rehacerlos serían diferentes. Pero debo aceptar, eso soy.


Una grata sorpresa, la calidad de la edición es excelente, el Zorro Rojo, la casa editora se preocupa obsesivamente en producir buenos libros, en este caso la traducción y el prólogo son de Julio Cortázar.



Hubo buenos comentarios del mismo en la prensa. Me dicen que en España produjo buenas ventas, lo que me permitirá acceder a un velero con el cuál recorreré el mundo y enviaré postales desde exóticos parajes al escuerzo y su discípula para que se envenenen de envidia.





16.1.10

En el camino

Hace una semana murió un gran amigo llamado Eduardo Tejón. Durante dos años peleó con su enfermedad, junto a su compañera Marcela, su alma se preparó para el viaje final. El día antes fui a despedirme, hacía casi un mes que estaba dormido, respiraba con dificultad, en la penumbra de la habitación lo vi por última vez, recordé viejas épocas, le dije adiós, seguramente me escuchaba y veía desde algún lugar.

Conocí a Eduardo en la facultad de Artes, éramos dos jóvenes iconoclastas, naturalmente nos hicimos amigos, juntos descubríamos un mundo, discutíamos apasionadamente, teníamos certezas que el tiempo fue disolviendo.
Eduardo era un dibujante sensible e inteligente, amaba el grafito y cierto azul del pastel, un vero artista, un ser luminoso. Sus dibujos están cargados de energía, de felices ideas, en mi museo mental ocupan las mejores salas.
Nos unía (entre otras cosas) el humor, cuando estábamos juntos nos potenciábamos y nos divertíamos mucho. Tenía un agudo sentido del humor, a veces negro, después que lo operaron (tenía un tumor en el cerebro) me dijo:”me sacaron un tumor, ahora lo van a estudiar, si es benigno me lo ponen de nuevo”.
Nunca imaginé, que una tarde de verano, en un verde campo de descanso, vería una caja de madera, con el cuerpo de mi querido amigo hundiéndose en la tierra.
La vida es un extraño viaje, me lo repito desde siempre, se que somos inmortales, aunque hoy me cuesta aceptar esta ausencia, el mundo, mi mundo, cambió.