Tal vez una mañana yendo por un aire de vidrio,
Árido, veré, volviéndome, cumplirse el milagro;
La nada a mis espaldas, el vacío detrás
De mi, con un terror de borracho.
Después, como en una pantalla aparecerán de golpe
Arboles casas colinas para el engaño usual.
Pero será demasiado tarde; y me iré callado
Entre los hombres que no se vuelven, con mi secreto.
Eugenio Montale
2.12.09
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1 comentario:
Magnifica mezcla, son tantos tus dones ,excelente tu vida
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