Esto me angustiaba, vivía a mil y todo pasaba vertiginosamente, no tenía tiempo para nada y allá al fondo había un cartel que decía sefiní.
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
2 comentarios:
A veces no nos enteramos de lo mucho que impactamos en otros, por lejos que estemos, la sincronía maravillosa que se crea en este mundo cuando viene de sentimientos ligeros y sin buscar más me asombra; y es que no tiene idea de lo mucho que ha hecho por alguien acá y de todo lo que yo le agradezco.
¡muchas gracias en verdad!
¡le deseo de todo corazón un muy feliz 2010!
un abrazo y un beso desde México
myriam
Creo en lo que decís, somos ángeles caidos decía Jack Keruac, tal vez esa sea la razón de estos encuentros donde el aliento viene de gente que no conocemos pero que igual sentimos cercana.
Lo mejor para vos, un abrazo
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