Cuanta nostalgia siento por aquellas tardes que pasaba en soledad, dibujando sobre una mesa cubierta con una frazada en una casa vacía donde meses después nos mudaríamos.
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
3 comentarios:
¿La tetona la recortaste de una eroticon?
Yo la miré cuando estaba en cuarto grado y todavía me acuerdo XD
Ah, y aclaro que eso fue en el 94.
Es una foto de mi hermana.
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