El año pasado trabajé en una serie de dibujos inspirados en
El Castillo, novela de Franz Kafka. Dibujé con la libertad que solo te dan los
años, cuando perdemos expectativas y solo nos interesa eso que tenemos entre
manos. Usé todo lo que necesitaba, tintas, pasteles, carbones, viejas fotografías,
collages, papeles diversos.
Finalmente seleccioné alrededor de treinta
dibujos que son los que ilustran el libro.
El clima de la historia es por momentos
agobiante. Un relato premonitorio, donde
Kafka describe con exactitud la época que nos toca en suerte. K, el personaje
central, un agrimensor que deambula por laberintos mentales colmados de absurda
burocracia, algo parecido a lo que viví esta mañana cuando fui a la aduana a
retirar la caja con libros que desde España me envía la editorial Sexto Piso.
El libro es impecable, y lo recomiendo
fervorosamente.
Si bien
esta es una primicia total porque según me dijeron en España lo lanzarían a
fines de enero. Seguramente lo mismo pasará en México, en Argentina probablemente.
será para la Feria
del libro..
Es mi porción de felicidad que hoy comparto
con ustedes.
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