La mayor parte de la gente no dedica
demasiado tiempo a observar un rostro, suelen terminar mirando hacia otro lado.
Pero si estás pintando un retrato tienes que escrutarlo con detenimiento. No hubo
artista anterior o posterior que extrajera mas cosas de un rostro que
Rembrandt. Este veía mas cosas que los demás. Utilizaba el ojo y el corazón.
El dibujo te hace ver las cosas con mayor
claridad, y cada vez más. La imagen te atraviesa desde el punto de vista fisiológico,
pero al cerebro, a la memoria-donde se almacena- llega a través de las manos.
Monet te hace ver más. Van Gogh también. Te
anima a ver el mundo que nos rodea con un poco más de intensidad. Y uno
disfruta mirándolo así, al menos yo disfruto.
Supongo que desde un punto de vista biológico,
el sentido de la vista es estrictamente utilitario: nos permite ubicar las
cosas que podemos comer y evitar a las criaturas que podrían comernos a
nosotros. Pero el arte tiene que ver con otra cosa: con la observación inútil,
por amor al arte, por placer.
David Hockney
“El gran mensaje” La Fábrica editorial
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