28.10.13
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
2 comentarios:
Genial, como siempre. Siempre me ha gustado esa suerte de economía que subraya la seguridad y efectividad de sus imágenes. Descubrí su trabajo gracias a la primera edición de los seres mitológicos argentinos de Colombres, libro con el que algún desvergonzado se me encariñó demasiado, obligándome a buscarlo otra vez durante largo tiempo cuando ya se había agotado aquella edición. Después lo reencontré en la "Humor", gracias a una polvorienta e invaluable colección que heredara de un amigo viejo. Agradezco ahora que pueda compartir con nosotros algo de su trabajo por este medio. También soy dibujante, a mi manera al menos, je, y aprovecho para invitarlo, cuando tenga tiempo, a darse una vuelta por mi galería, llamada La Gloria De Estar Sano. Yo seguiré dándome vueltas por aquí, algo que siempre nos depara una grata experiencia, sobre todo, diré, a aquellos que, garabateando cada día sobre un papel, nos diseccionamos parte a parte, felices cuando entre las manchas y líneas trémulas que conseguimos, reconocemos siquiera el asomo de algo verdaderamente humano. Saludos.
Estimado Carlos,un gusto conocerte.Gracias por tus palabras, sobre todo porque vienen de una mirada entrenada.
Prometo visitar tu blog.
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