Todo esto tal
vez sea la oscura razón que me empujó este año a dibujar sobre piedras
litográficas.
Antiquísimas piedras que una vez pulidas con paciencia de monje,
son el soporte de dibujos.
Trabajo sobre las mismas con lápices , plumas y
tintas, en diversas técnicas, para después reproducirlos (todo es un proceso lento y por momentos
complicado).
2 comentarios:
¡Fabuloso! Y, ¡qué envidia litogrefiar (y, encima, así de bien)!
Amigo Juan, nunca es tarde para algo "nuevo". Gracias por tu aliento.
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