Es sabido que la música calma a las bestias, pero hay un tema, de un compositor del siglo XVII que por razones obvias no divulgaré, que las pone particularmente nerviosas.
21.11.10
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
1 comentario:
jejeje!
por las dudas no pongo nada del siglo XVII
hay cuatro catos en casa
pd
qué gran trabajo!!
saludos
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