27.11.10
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
2 comentarios:
Luis! que belleza, no lo conocía. La rapidez con que se borra el dibujo me hizo verlo varias veces. La imagen del tipo respirando me impactó. Gracias por compartir esto.
Y pertenecer al grupo de sagitario me alaga! ;)
Hola María, que pupila tenés! e vero, la respiración casi imperceptible me remite a algo que siempre me digo: las grandes cosas están hechas de detalles.
Un abrazo.
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