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10.10.14

DESNUDO



Entre las “deformaciones profesionales” que me acompañan, hay una que con el correr de los años se fue incrementando de manera notable.
Tengo en mi mirada lo que llamo el “efecto scaner”, o sea, cuando observo a una persona, preferiblemente de sexo femenino, mi mirada la desviste castamente, casi de manera automática.
 Es como si las telas y tejidos que la cubren se evaporaran, dejando ante mis ojos asombrados, un inquietante cuerpo desnudo.
Esto, que puede parecer una fantasía con fuertes connotaciones eróticas, no es otra cosa que el producto de mis largas sesiones de estudio dibujando la figura humana.
Cualquier cosa que miramos con cierta intensidad, durante un periodo largo de tiempo, comienza a “desaparecer” como eso que tan bien conocíamos y estaba perfectamente etiquetado.
Hagan la prueba, observen su propia mano durante un periodo extenso, un par de horas, verán que lentamente comienza a aparecer “algo” que no coincide con  eso que llamaban mano, tal vez una especie de animalito con vida propia que sale de la manga de la camisa.
Es hora que tome mi medicación, mañana seguimos.


1 comentario:

Inés González dijo...

Ojalá nunca lo abandonen esas deformaciones profesionales, maestro, estos desnudos son extraordinarios, exquisitos, especialmente el primero. Efectivamente hay en ellos el despojamiento de todo abalorio visual, sólo queda la grandeza del trazo certero del dibujo.
Muchas gracias por mostrárnoslo, gracias por compartir!