Un cuadro es un objeto de meditación. Con el establecemos un diálogo.
A través del tiempo descubrimos eso que observamos.
Esto me sucede no solo con la obra de otros artistas sino con la que yo mismo elaboro.
Pasa el tiempo y eso que hice se va revelando, lentamente, como una flor que se abre.
En este caso particular "La sombra" todo se fue armando en ese ámbito que es una esquina de mi propio taller.
Trabajé con pasteles sobre papel. Debe medir 100 cms.X 70 Me llevo mas de un mes concretar cada una de sus partes que integran este todo.
El tema central o mejor el punto de partida fue un interior y el contraste de la ventana que nos muestra el exterior, la calle.
Luz y sombra. Ying y yang. Afuera y adentro. Lo subjetivo y eso que llamamos realidad.
Todo esto que hoy puedo ponerle palabras fue surgiendo, casi espontáneamente, sin mucha lógica ni plan previo.
A medida que lo hacía, que aparecían los personajes se entablaba ese diálogo silencioso que hoy podemos percibir.
Te cuento la cocina, para que de algún modo participes y comprendas como se genera una obra plástica.
Pienso que en otras disciplinas, literatura, cine, escultura...algo de esto debe haber.
Nunca dejo de ser el primer observador de esto que aparece frente al papel donde trabajo.