Leonardo Favio fue un poeta, un intuitivo,
un desmesurado artista.
Desde su cine a sus canciones, tocaron mi
cuore, influenciaron mi mirada. Se de memoria varias de sus canciones, he visto
sus películas muchas veces.
A pesar de ser comprovincianos solo una vez
charlé con él, fue en un depto del
barrio de once, me había citado porque quería que hiciera la tapa de un disco (nunca se hizo). Le llevé un Mambo urbano, recién editado.
Estaba sentado frente al tipo que había
marcado mi vida. Seguramente era alguien tímido, aunque cercano. Atiné a
decirle que yo era menduco como él. No tenía buenos recuerdos de Mendoza, “allá
siempre te toman examen”, me dijo.
Un día, en Luján de Cuyo, un amigo me mostró
en una esquina la casita en que había vivido Favio alguna vez, un lugar modesto
vecino al río.
A los artistas no se los despide nunca,
siguen latiendo en sus obras.
Esta canción la escuché muchas veces,
espero te guste.
1 comentario:
Un grande.
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