Es un extraño juego, improvisar es un ingrediente fundamental,
busco equilibrios, son movimientos internos que salen al papel a través de mi
mano, como si fuese un sismógrafo. Estoy hablando del juego de las formas.
Dibujo
eso que me habita, y entre las
relaciones de un cuadrado y un círculo,
o un triángulo y un óvalo, las
diferentes líneas: rectas, curvas, ásperas, sinuosas, gruesas, finas,
enmarañadas, van revelando ese sentimiento para el cual no alcanzan las
palabras.
Todo este universo de formas y sus relaciones es
lo que me interesa. Las correspondencias que entablan cada uno de los componentes
entre si y con el espacio que las contiene. Después viene la representación y finalmente el
significado.
Es este el orden en que construyo una imagen.
Por supuesto todo sucede en el caos del hacer, encontrando lo que el azar
propone y siguiéndolo, olvidándome de todo lo que soy.
Este análisis que hago ahora, es una aproximación a ese instante donde descargas eléctricas
van sumándose hasta concretar esa imagen.
4 comentarios:
Excelente, me encanta tu blog, desde que lo descubrí, hace un año atrás más o menos; lo disfruto mucho! es la primera vez que te escribo
Saludos Luis!
Qué lo parió!...
Gracias Nelson, me alegra que te guste. Un abrazo.
Wow! seguis sorprendiendo maestro!
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