A veces encuentro un cuento de Carver en una esquina, o Roberto Arlt me señala una historia inadvertida.
Siento estas calles de esta ciudad desmesurada como un gran relato.
¿Quién lo cuenta? ¿Quién lo lee?
Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
4 comentarios:
El mundo es un gran relato que merece ser contado. Todas las esquinas de todas las ciudades, los rincones de cada pueblo. Por ahí necesitamos más relatores,los lectores se irán sumando...No se puede ignorar el ruido de la narración eternamente, aunque en todas las épocas hay sordos. Gracias por tu mirada.
Estimada Marian tus palabras me acompañan. Algún día coincidimos en un café expresso, un abrazo.
es que la audiencia anda distraida.
Lo sigo y disfruto mucho sus dibujos, su obra, sus escritos.Gracias.
Gracias a vos Silvi por tu sensible mirada, un abrazo.
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