Seguidores

30.6.10

Michaela Pavlátová

Nuestra querida Michaela nos invita a su acogedor estudio, esa especie de buhardilla donde nacen sus historias, sus personajes entrañables, solitarios, tiernos y conflictuados.
Para llegar nos lleva por una de esas callecitas de Praga, donde alguna vez me inspiré para dibujar la calle empedrada que abre mi libro Drácula. Todo se conecta, nada es casual, por diferentes laberintos transitamos y a veces nos encontramos.

28.6.10

Rocamadour


Recordando mi vieja historieta Rocamadour mis amigos Ainoha y Sergio me envian esta postal desde la France.
Ya conté que ese nombre Rocamadour lo puse por un personaje de una novela de Julio Cortázar, Rayuela.
Ellos viven en París, pero ahora se encuentran en Cahors, un lugar al sur de Francia donde Sergio está haciendo una muestra de dibujos.
Merci mon ami.

25.6.10

Cosas que te pasan si estas muerto

Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido.
Apenas se desvanece la musiquita que nos echó a perder los últimos momentos y cerramos los ojos para dormir la eternidad, empiezan las discusiones y las escenas de familia.
¡Qué desconocimiento de las formas! ¡Qué carencia absoluta de compostura! ¡Qué ignorancia de lo que es bien morir!
Ni un conventillo de calabreses malcasados, en plena catástrofe conyugal, daría una noción aproximada de las bataholas que se producen a cada instante.

Mientras algún vecino patalea dentro de su cajón, los de al lado se insultan como carreros, y al mismo tiempo que resuena un estruendo a mudanza, se oyen las carcajadas de los que habitan en la tumba de enfrente.
Cualquier cadáver se considera con el derecho de manifestar a gritos los deseos que había logrado reprimir durante toda su existencia de ciudadano, y no contento con enterarnos de sus mezquindades, de sus infamias, a los cinco minutos de hallarnos instalados en nuestro nicho, nos interioriza de lo que opinan sobre nosotros todos los habitantes del cementerio.
De nada sirve que nos tapemos las orejas. Los comentarios, las risitas irónicas, los cascotes que caen de nos se sabe dónde, nos atormentan en tal forma los minutos del día y del insomnio, que nos dan ganas de suicidarnos nuevamente.

Aunque parezca mentira - esas humillaciones- ese continuo estruendo resulta mil veces preferible a los momentos de calma y de silencio.
Por lo común, éstos sobrevienen con una brusquedad de síncope. De pronto, sin el menor indicio, caemos en el vacío. Imposible asirse a alguna cosa, encontrar una asperosidad a que aferrarse.
La caída no tiene término. El silencio hace sonar su diapasón. La atmósfera se rarifica cada vez más, y el menor ruidito: una uña, un cartílago que se cae, la falange de un dedo que se desprende, retumba, se amplifica, choca y rebota en los obstáculos que encuentra, se amalgama con todos los ecos que persisten; y cuando parece que ya se va a extinguir, y cerramos los ojos despacito para que no se oiga ni el roce de nuestros párpados, resuena un nuevo ruido que nos espanta el sueño para siempre. ¡ Ah, si yo hubiera sabido que la muerte es un país donde no se puede vivir!...
Oliverio Girondo
Espantapájaros (al alcance de todos)

23.6.10

La cocina


Estos dibujos salen de un carnet de apuntes, son la cocina, los hago sin un fin especial, solo dejo que aparezcan, son una especie de pensamiento gráfico, puedo pasarme una tarde haciendo páginas y páginas hasta que me siento livianito.

Trabajo con lo que tengo a mano, un lápiz, una birome o un carbón como en este caso.

Son una manera de estar solo, de meditar. Mientras tanto voy envejeciendo, me crecen pelos en la barba, crecen las uñas, una cana nueva aparece en mi cabeza y allá lejos la parca afila su guadaña...


































21.6.10

Los consejos de don Leo

Si tu, que dibujas, deseas estudiar con utilidad y provecho, acostúmbrate a dibujar sin presura y considara cuales y cuántas de entre las luces alcanzan el primer grado de luminosidad, y de semejante manera, cuáles de entre las sombras sean más oscuras que otras y cómo se combinan entre si; y sus proporcionales dimensiones y sus contornos; y hacia dónde se orientan; qué parte de las líneas se curva a un lado u otro; dónde son más o menos conspicuas y cuáles son anchas y cuáles sutiles, y por último, procura que tus sombras y tus luces se corten sin trazos o bordes, como humo. Y cuando hayas adiestrado ya tu mano y tu juicio en esta diligencia verás cómo trabajas con mayor presteza de la que tenías.
Leonardo Da Vinci
Tratado de Pintura

16.6.10

Juan Carlos Distéfano

Juan Carlos Distéfano es un gran escultor Argentino contemporáneo cuyo trabajo está incrustado en la realidad social que lo circunda.
Sus formas se nutren de la antigua escultura egipcia, por momentos son como los cuadros del pintor Francis Bacon pero con volumen, o recuerdan las imágenes de un comic.
























Aunque todo el discurso que propone su obra parte de una época oscura de nuestra historia, los años terribles de la dictadura militar de Videla, cuando impunemente bandas armadas pertenecientes a las “fuerzas de seguridad” (ejército y policía) secuestraban, torturaban y asesinaban a jóvenes que pensaban “distinto”, mientras los medios periodísticos (esos que hoy aúllan contra la ley de medios) miraban para otro lado, haciendo como que no pasaba nada.















Por eso una figura atada por los pies y flotando me trae la imagen de alguno de los cientos de personas que fueron arrojados al río de LA Plata para silenciar sus ideas “peligrosas”.




O esa otra llamada “el mudo” evoca una sesión de tortura por la que pasaron miles de militantes en alguna dependencia policial.
En todas estas esculturas circula el espíritu de los treinta mil desaparecidos.
Esos que torpemente quisieron olvidar con miserables leyes de “obediencia debida” o “punto final”.







La memoria está ahí, late en el arte de Juan Carlos Distéfano, en esas piezas trabajadas en poliéster reforzado y esmalte epoxi.
No te pierdas esta muestra antológica, si estás en Buenos Aires no dejes de visitarla en la Fundación Osde, en la calle Suipacha 658, estará hasta el 24 de julio.










14.6.10

Sobre-dosis

Las ideas vienen dibujando, con el lápiz en la mano, no antes.
Muchos aspirantes dicen "no se me ocurre nada" esperando que de algún lugar se descuelgue una idea. Una de las consignas que usaba cuando daba clases era: pensá dibujando.
Un dibujo es muchas cosas además de una idea.






11.6.10

Love

A veces las pasiones no se encuentran.
Breve y elocuente es este video de Michaela (ya dijimos alguna vez en este blog que somos sus fans) el tema es el sexo, el tema es el desencuentro, el tema es la pareja humana, todo contado con dibujos, a buen entendedor...

9.6.10

Roberto Páez


Guardo en mi memoria un mediodía en que con Roberto Páez subíamos una escalera rumbo a un restauran, cuando de improviso se detuvo y señalando los escalones me dijo –mirá que dibujo extraño proyectan las sombras de la baranda.
Roberto era un filósofo visual, tenía el don de la observación, sabía ver en todos los sentidos.


Cuando yo entraba a su taller, entraba en otro mundo, abigarrado de juguetes antiguos, muñecas destripadas, raros objetos que encontraba en la calle y los colgaba en la pared como un trofeo para algún día usarlos de modelo, podía ser una pierna ortopédica, una jaula aplastada, un sillón desfondado.

Su mesa de dibujo me atraía como un imán, esto es dibujar pensaba al ver lo que estaba haciendo. Husmeaba su frondosa biblioteca, nunca conocí otra más completa, libros de pintura, de fotografía, de dibujo, de máquinas, de animales, de circos, pasaba horas mirando libros mientras charlábamos, después me proponía ir a comer, con la felicidad de una fiesta.


Roberto era un personaje de Rabelais, todo lo filtraba por su brillante sentido del humor, jugaba con las palabras, fue un poeta.
Vivió lejos de todos los discursos hegemónicos que proponen los medios. No hablo de una torre de marfil, todo lo contrario, Páez era más real que muchos, estaba vivo, vivo entre los muertos verticales.




Le atraían los perdedores, el mundo de las orillas, lo marginal, todo lo que crecía a la intemperie, los sobrevivientes. Un ser generoso como nunca conocí.
Fue un grande del arte gráfico, todos sus trabajos son construcciones plásticas, bellos hallazgos de un espíritu sensible.
Hoy 9 de junio cumpliría 80 años, alguna vez me dijo: “no me imagino estar muerto y no dibujar más”, pasaron cuatro años de su muerte, todavía lo sigo viendo, sigo charlando con el viejo troesma, hoy descorcharé un malbec y en silencio beberé en su recuerdo.

8.6.10

El sueño de la razón

A veces mantengo largas conversaciones telefónicas, en mi mesa de trabajo hay siempre algún sobre (antes de la invención de la web eran cientos), sin darme cuenta mientras charlo dibujo, casi es un acto reflejo, juego con esos sellos o estampillas, me dejo llevar mientras mi atención está en otro lado, lo que dibuja es esa parte inconciente, libre del control policial que ejerce la razón . "El sueño de la razón produce monstruos" escribió Goya en uno de sus aguafuertes.
Salen cosas muy extrañas que mas de una vez son la fuente que inspira otros dibujos.