Nuestra querida Michaela nos invita a su acogedor estudio, esa especie de buhardilla donde nacen sus historias, sus personajes entrañables, solitarios, tiernos y conflictuados.
Para llegar nos lleva por una de esas callecitas de Praga, donde alguna vez me inspiré para dibujar la calle empedrada que abre mi libro Drácula. Todo se conecta, nada es casual, por diferentes laberintos transitamos y a veces nos encontramos.
30.6.10
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