Le atraían los perdedores, el mundo de las orillas, lo marginal, todo lo que crecía a la intemperie, los sobrevivientes. Un ser generoso como nunca conocí.
Fue un grande del arte gráfico, todos sus trabajos son construcciones plásticas, bellos hallazgos de un espíritu sensible.
Hoy 9 de junio cumpliría 80 años, alguna vez me dijo: “no me imagino estar muerto y no dibujar más”, pasaron cuatro años de su muerte, todavía lo sigo viendo, sigo charlando con el viejo troesma, hoy descorcharé un malbec y en silencio beberé en su recuerdo.
9.6.10
Etiquetas:
libro ilustrado,
Roberto Páez
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3 comentarios:
excelente estas entradas!!
que calidad la de roberto paez
que amor por lo gráfico
como no lo conocía
como a tantos
un descubrimiento
saludos
Gran capo, Siempre que uno lee algo de un maestro es como que recibe una inyección de ganas, más allá de las enormes distancias entre ellos y uno.
Gracias, che. Emocionante.
Que bueno Ariel, siento que una de las funciones de este espacio es difundir algunos artistas grosos como Páez.
Amigo Roberto tu tocayo era una vera inyección de entusiasmo...en cuanto a las distancias, no estoy muy de acuerdo, todos los seres tenemos un camino, un lugar, una historia, no creo que sea por una casualidad que estemos acá. Un abrazo.
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