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31.12.11

Fin


Leí en una novela de Henning  Mankell que mientras esperan el año nuevo, después de devorar todo lo que se devora esa  última noche, hacen  un ritual (que tal vez sea parte de las costumbres del lugar): vierten un cucharón de plomo derretido en un vaso con agua. Al entrar en contacto con el líquido  el plomo se solidifica  en formas caprichosas.

Entonces cada uno busca una figura, como muchas veces escudriñamos  en las nubes, cada uno decide lo que ve en esa forma de plomo que les tocó en suerte.


 Un oráculo en el que esperan develar algo de lo que traerá el año que comienza


Esa pregunta sobre el devenir, late en todos esta noche, mientras las cañitas voladoras se estrellan contra el cielo y retumban explosiones de una guerra imaginaria.
Aunque no conozco a nadie que le gusten “las fiestas de fin de año” en todos hay una esperanza secreta,  empezar de nuevo.




El año nuevo es una réplica de  aquella época en que empezaba un cuaderno nuevo.
Ahí estaba, impoluto, como una promesa, al lado del anterior, maltrecho y desvencijado, con manchas de tinta, borrones y raspones. Otra oportunidad para ser mejor (aunque todavía no hago el cuaderno ideal).

Y acá estamos, nos toca compartir esta época extraña, donde este espacio  nos conecta… lleno mi copa con buen Malbec y brindo para que salga de nosotros lo mejor. Salute

25.12.11

Una especie de contradicción

Esquina de avenida de Mayo- Luis Scafati- tinta y aguada sobre papel

Esta mañana saliendo a la calle
sufrí una especie de contradicción:
había lo de siempre,
autos en la gente, gentes en los autos,
bocinas, voces, aullidos entrecortados,
basuras inexplicables al borde de la acera, el cielo
se destruía en medio de los edificios:
el olor en crudo de la existencia en movimiento
su malvada música general.
De manera que no encontré razón alguna
para moverme de la puerta, me creí
el único libre en la aldea máxima.
Sin embargo caminé
y llegué a la esquina mas próxima,
después a la otra y a la otra, a la otra y a la otra
hasta que perdí mi libertad y el proyecto que llevaba
y ni pude salvar mi propia música.

Joaquín O. Giannuzzi
Un arte callado- ediciones del Dock



21.12.11

Parábola de los ciegos

Parábola de los ciegos- Post Brueghel-pastel y carbón sobre papel- 105 cms X 50

A pesar de encontrarnos en plena era de la imagen (la polución visual nos circunda) una de las artes que día a día se desvanece, es el arte de ver.
No es difícil comprobar  que la mayoría de la gente es ciega, a pesar de tener en perfecto estado sus  órganos de la visión.


 Tal vez un síntoma elocuente de esto es el auge de las cámaras fotográficas. 


Hoy cualquier celular lleva una incorporada, todo viene de la imperiosa necesidad de registrar eso que no vemos.


Me canso de encontrar en los museos gente fotografiando cuadros o esculturas, tal vez piensan: “ahora no tengo tiempo, en casa los veré tranquilo”
Todos  acumulamos fotos en archivos que jamás veremos. Lugares en los que estuvimos, pero  ausentes.


 Nos envolvemos en palabras, etiquetas que señalan las cosas, buscamos significados, explicaciones, un sentido, una lógica,  palabras. 

Tal vez acá está el germen de ese arte académico tan en boga llamado arte conceptual.

 Lo importante es la idea, dicen las profesoras que nunca entendieron nada y repiten modestas definiciones.

 “Arte contemporáneo” especifican desde sus maestrías los académicos circunspectos, como si fuera posible no estar en la época que vivís.
Están ciegos
El arte de ver requiere un entrenamiento, un ejercicio cotidiano, un aprendizaje. El arte de ver no compromete exclusivamente a los ojos.  Involucra a todo nuestro ser.
 ¡Pa lo que hay que ver! -dice una vecina.

19.12.11

Julio Cortázar

Empapado de abejas,
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido, esta vela tendida.

Julio Cortázar
Salvo el crepúsculo- Editorial Alfaguara

18.12.11

No somos nada


Tu cuerpo se compone es sus tres cuartas partes de agua, más una pequeña cantidad de minerales terrestres, un puñadito. Y esa gran llama dentro de ti cuya naturaleza no conoces. Y en tus pulmones, apresado una y otra vez en el interior de tu caja torácica, el aire, ese apuesto extranjero sin el cual no puedes vivir.
El tiempo, gran escultor- Editorial Alfaguara

15.12.11

El rincón de las cosas


Stella Maris Santiago es una joven artista argentina que vale la pena conocer.
Este video es una singular muestra de su talento. 
Con sensibilidad nos presenta un mundo poético contado de manera austera  con imágenes y sonidos. Seguramente sabrán disfrutarlo.


14.12.11

La bella durmiente II

La bella durmiente, un pastel sobre papel que podrás ver, en vivo y en directo, a partir de mañana en la galería Hoy en el Arte (Juncal 848, Buenos Aires Cap. Fed.) participa de una muestra colectiva de dibujantes Argentinos,entre los que estará el master Carlos Alonso.
 Estos encuentros que organiza Teresa Nachman reivindicando el dibujo como disciplina autónoma.
Allí estaremos, brindando y cuidando el sueño de la bella durmiente, si podés date una vuelta.

12.12.11

Drácula

Drácula- Litografía sobre papel - 35 X50 cms. Edición 20 ejemplares- firmada y numerada con lápiz

10.12.11

Edad de piedras



Aunque aún  no llegaron al mercado, ya existen  celulares telefónicos que con una simple operación odontológica se incrustan en las muelas del usuario. 
Me informan que en Japón causa furor un reloj digital que  lo injertan a un hueso de la muñeca  de los recién nacidos.
 En Filadelfia se experimenta con microcámaras de videos que adheridas a ciertas zonas del cerebro pueden registrar los sueños y pesadillas.
Las compañías discográficas chinas  lanzaron recientemente un increíble supositorio que  permite disfrutar de la discografía completa de tu grupo favorito , el cual suena dentro de tu cuerpo durante una semana… en fin, la tecnología está en todo.
 Tecnología de punta que, como una mancha de aceite, va cubriendo el planeta hasta asfixiarnos.


 Por esta razón, a medida que envejezco, me voy transformando en un troglodita militante. Un cavernícola que mira al gps como un rito mágico.



Todo esto tal vez sea la oscura razón que me empujó este año a dibujar sobre piedras litográficas.

 Antiquísimas piedras que una vez pulidas con paciencia de monje, son el soporte de dibujos.

Trabajo  sobre las mismas con lápices , plumas y tintas, en diversas técnicas, para después reproducirlos (todo es un proceso lento y por momentos complicado).



 Para obtener una copia hay que pasar la piedra entintada por una prensa que se mueve gracias a la fuerza que un homo sapiens aplica en la manivela.
Muchos piensan que es una extravagancia, les cuesta comprender tanto trabajo.
 ¿Para que están las fotocopias?,  dicen quienes quieren desalentarme. Los miro compasivo y entro en mi caverna donde con carbones pinto un conjunto de monstruos desbocados llamados automóviles.

8.12.11

No te aburras


La creación artística, para asumir su pleno interés, requiere una concentración y una soledad que no son compatibles ni por asomo con la vida social de nuestros artistas profesionales. Pues cuando un hombre está solo, cuando se aburre mucho, que no puede contar con ningún tipo de distracciones ni de alegrías procedentes del exterior, de ninguna clase de fiestas, es cuando las condiciones  se dan mayormente para que surja en   él la necesidad de fabricarse con sus propios medios, él solo y para su propio uso, un teatro de fiestas y encantos.

Jean Dubuffet
“Escritos sobre arte”
Barral editores- Barcelona 1975 

7.12.11

Litografía dos versiones

Buenos Aires- Litografía - Luis Scafati

Buenos Aires- Litografía color

3.12.11

Tinta china


Tarde negra, mis pensamientos pesados como moscardones inquietos buscando un poco de mierda donde posarse y comer. Camino  con rumbo incierto, descubro colores que nunca podré imaginar, desperdiciados en paredes que pronto no existirán ni en mi memoria.


 Un frasco de tinta china se derrama dentro de mí, tengo la esperanza que una tormenta se desplome sobre esta ciudad y la borre para siempre.
 Cuando  niño mi madre  me decía que era un lunático, no se bien que quería decir, pero hoy soy un lunático.

Entro en un pequeño bar, solo dos personas: una mujer desvencijada como un piano antiguo,  mira el vacío dentro de un pocillo de café; mas allá, en el rincón más oscuro, una sombra sentada, atisba  con cara de araña,  perpetrando alguna pesadilla.

Me siento junto a una ventana donde la calle es una película en blanco y negro. Un mozo se acerca, pido una botella de cerveza.
 La mujer me mira como si consultara una guía telefónica.
De pronto, un pequeño gesto,  se acordó, deja escapar una vocecita destemplada:
-¡Hijo de puta!- farfulla entre unos pocos dientes - sabía que tarde o temprano te vería…hijunagranputa!
Miro hacia atrás pero no hay nadie, es a mí a quien le habla. Comió pintura, pienso mientras me evado a través de la ventana.

Viene el mozo con la cerveza, la dejo caer en la copa inclinada para controlar la espuma.

 Sin querer la miro otra vez y nuevamente la vieja mastica un hijunagranputa, con todo el odio que puede segregar su vesícula biliar.


Busco en la calle algo que borre de mi mente ese esperpento.
-hijunagranputa…mirame- masculla la vocecita ahogada, mientras descubro en la vereda unas tetas  pugnando por salir a la intemperie.
-hijunagranputa, cobarde mal parido-…bebo mi cerveza tratando de concentrarme en ese líquido helado que me invade.- Hijunagranputa te hacés el boludo, cabrón.


 Al fondo veo el cartelito del pipi room,  al pasar junto a la vieja me detengo una fracción de segundo, ella me mira con cara de cordero, sigo mi camino.

 Alguien escribió con una fibra azul en los azulejos herrumbrados:” te mean y en el diario dice llueve”. 

Me debo un ensayo sobre las cosas que un hombre piensa, en la soledad de un baño público, con su miembro en la mano.



Cuando salgo del baño la vieja no está.
 Aliviado, afuera una tormenta lava la ciudad. Inmerso en el ruido del agua que cae, contemplo la lluvia tan densa que un pez podría nadar en ella. El tiempo se detiene.
-¿Quién era esa vieja? Le pregunto al mozo mientras  pago la adición.
- ¿Qué vieja?
-La jovata que estaba ahí en la mesa de enfrente.
-Disculpe…pero…que yo sepa, los únicos que han estado son usted y el señor del rincón- dice señalando a la sombra con cara de araña. 

2.12.11

Un angel en el supermercado

Un angel en el supermercado- tinta y acuarela sobre papel- Luis Scafati