Cuando camino a campo traviesa veo, no sin asombro, una nutrida variedad de flores silvestres, cactus, yuyos, arbustos y demás yerbas que crecen bajo el sol.
Nadie las cultiva, la naturaleza es pródiga en especies, fecunda, múltiple, tal vez porque con esa multiplicidad se asegura la supervivencia, si una plaga ataca a alguna otra sobrevive en su diferencia.
El hombre impone el monocultivo. Cientos de kilómetros con la misma planta multiplicada.
11.7.10
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2 comentarios:
Este blog siempre me deja un algo bien especial, ¡qué maravilla haberlo encontrado!
Un saludo desde México Sr. Scafati ;)
Gracias querida Yael por tu aliento,un abrazo.
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