¿Cuanto vale? insistí. El tipo contrariado consultó en una carpeta –Es un libro caro, confirmó satisfecho, cuando me dijo el precio quedé duro.
Antes de dejarlo en el anaquel de donde lo saqué volví a recorrerlo y me gustó más, “alguna señora gorda lo comprará y lo pondrá en la mesita del living”, pensé resignado.
Pero en la legión de seres que me habitan, hay un guerrillero-kamikaze que me compulsa a rebeliones de bolsillo que a veces me sorprenden.
4.7.10
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Andrew Wyeth
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