A velocidad vertiginosa el colectivo atravesaba las avenidas, las calles, las esquinas, las plazas, los semáforos, a su paso dejaba un viento que todo lo doblaba.
Pude pararme de mi asiento y apretar el botón junto a la puerta de salida, cuando salí el aire fresco de la calle era una bienvenida.
Estoy salvado, me dije mientras lo veía alejarse luminoso como un circo.
Hay momentos en que entramos al infierno sin darnos cuenta.
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4 comentarios:
Luís, se me olvidó comentarte que el día del libro, en las noticias de la sexta salieron unas imágenes de una portada tuya, concretamente la de Drácula.
Eres famoso.
Un gran abrazo
tal cual Luis! sin darnos ni cuenta estamos en el medio del infierno.
Saludos!
tal cual Luis...quién decia que los demás son nuestro infierno.
Voy a tu muestra así nos conocemos...o estará tu doble.
Hola Pepe, gracias por la noticia,no sabía nada, acá dice un tango que la fama es puro cuento.
Matias, lo importante es salir y contarlo.
Estará mi doble, Lucia,mejor no te le acerques.
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