En el imaginario popular que un tipo pase horas encerrado con una mujer desnuda a la cuál dibuja o pinta da tela para las mas estrafalarias fantasías, entonces recurro al viejo adagio que dice que el ginecólogo y el humorista trabajan donde otros se divierten.
Durante algunos años hice una serie de dibujos con este tema como eje, aunque en realidad era un homenaje a muchos de los pintores o dibujantes que me nutren, una manera de dialogar con esas obras.
Se publicaban en grupos de seis, en almanaques que hoy son piezas de colección, cuidadosamente editados en excelente calidad por una empresa de cosmética alemana.
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El pintor Edward Hopper y su modelo. Acrílico, lápiz y tinta sobre papel.35 X 50 cms
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2 comentarios:
-Buenísimo!!!, creo que la cosa fue así: la mujer de Hopper era tan celosa que nunca permitió a su marido tener otra modelo que no fuera ella. Y bueno, que va hacer, ta bien, le salía más barato.
Desconocía esa historia, pero se que ella también pintaba, hay algún retrato de Hopper que la hizo así. Un abrazo Roberto
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