25.4.10
Etiquetas:
Crist
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Solo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar- como una calabaza arrastrada por la corriente del río- sin perder el ánimo ni por un instante, esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
4 comentarios:
Ah, que cantidad de capos juntos!!!!!!.........A propósito, ¿Cómo cerró Tokyo?
Estimado Roberto, el mundo se derrumba.
Pero que junta por el amor de Dios! Me gustaría ser un librito de esos que tenés ahí en la biblioteca para escuchar todo lo que hablan...que no creo que sea del FMI.
Inconcebible que pierdan el tiempo hablando de tamañas huevadas, me extraña..., dónde quedó la cultura zen, se ahogó en el malbec?
Un abrazo maestro
oh Maricel!tanto tiempo, se te extraña.Si, fue una linda reunión, aunque realmente no recuerdo que temas tocamos había mucho vino y yo no tenía que manejar para irme a casa. Un abrazo
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