Voy por una calle de mi infancia, está desierta, a través de un portón escucho música,me asomo y descubro a “los gallegos” reunidos en el patio.
“Los gallegos” les decíamos a unos vecinos muy queridos dueños de un mercadito, quienes algunas tardes de verano, después de regar el piso de cemento del patio, se juntaban con sus instrumentos,( guitarras, mandolinas, panderetas y castañuelas)a calmar la nostalgia por su tierra lejana.

2 comentarios:
Pavada de comentario...es todo un homenaje
a aquellos gallegos que pasare lo que pasare
no perdian jamas el sentido de fiesta comunitaria
De eso también estamos hechos.
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